No es hora de callar: columna de Óscar Montes

Desde el 25 de Mayo de 2014 se celebra en Colombia el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual.

Desde entonces se llevan a cabo en esta fecha una serie de actos que sirven para honrar a miles de mujeres que han sido objeto de abusos sexuales en el país.

Por desgracia las cifras muestran que se trata de un fenómeno creciente.

El año pasado, según informes de Medicina Legal, más de 20.000 mujeres fueron víctimas de abusos sexuales y en lo que va de este año, más de 8.000 han padecido esta clase de abusos.

Es por esa razón que se hace necesario un mayor compromiso tanto de las autoridades, como de toda la sociedad, no solo para acompañar a las víctimas, sino para denunciar a sus victimarios.

Cada caso que no se denuncia es un muro que se levanta para evitar que haya justicia, pues nada contribuye más a la impunidad en los casos de abusos sexuales que el silencio.

El Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual es también un homenaje a la obra que adelante la periodista Jineth Bedoya Lima, símbolo, emblema y referente de la campaña “No Es Hora De Callar”. 

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El 25 de Mayo del 2000, Jineth fue víctima de secuestro, tortura y violación, en momentos en que hacía reportería para escribir un artículo sobre grupos paramilitares que operaban en la cárcel Modelo de Bogotá.

Esa experiencia, cruel y amarga, sirvió para que esta valiente periodista asumiera la vocería de todas aquellas mujeres que han sido víctimas de abusos sexuales. Jineth es no solo una sobreviviente de la violencia sexual contra la mujer, sino una heroína, que tuvo el valor de convertir su dolor en el principal motivo para defender a aquellas mujeres que han tenido que vivir una desgracia similar.

Hoy en Barranquilla y en Puerto Colombia se llevarán a cabo varios actos para conmemorar el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Abusos Sexuales.

Es una forma de reparar el inmenso daño causado a mujeres como Jineth Bedoya, que hoy exclaman con mucha fuerza para que nadie se quede sin oírlas: ¡No Es Hora De Callar!