El estudio que realiza la investigadora Alida Acosta, busca determinar cuál ha sido la variación en el comportamiento de la población de Bucaramanga a raíz de la contingencia por el COVID-19.
De acuerdo con la metodología, se estudiará en tres fases que son: el inicio del confinamiento, el pico de propagación del virus para identificar las actitudes de respuesta frente a la pandemia y el final de la emergencia.
“Se busca identificar cómo la coyuntura del COVID-19 ha modificado o no las preferencias de consumo, las formas de colaborar, y si ha modificado o no el comportamiento de los ciudadanos hacia una economía del cuidado personal y del cuidado por el otro”, explicó Isabel Cristina Rincón, directora del Instituto de Empleo de Bucaramanga, entidad que apoya la investigación.
Los principales resultados de la primera fase del estudio, donde se realizaron encuestas virtuales a 722 personas, entre los 18 y 80 años, desde el pasado 23 de marzo son:
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El 97,6% de los encuestados afirmó que estuvieron dispuestos a quedarse en casa en su mayoría como respuesta para obedecer la norma establecida por las autoridades.
El 94% de los consultados consideró que la contingencia por el coronavirus afectó sus actividades sociales, deportivas, estudios y la generación de ingresos, este último con un 53%.
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Además, el 74% de los encuestados preferiría recibir ayuda para acceder a alimentos.
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