Mariachis, meseros y trabajadores del gremio de los negocios nocturnos y el entretenimiento marcharon este lunes por las calles del centro de Bucaramanga para reclamarle al alcalde Rodolfo Hernández por las afectaciones que les puede traer la reducción del horario de la rumba en la capital de Santander.
Vestidos con sus atuendos de luces y portando sus instrumentos musicales varios grupos de mariachis se concentraron frente a la alcaldía de Bucaramanga y tocaron una serenata, pero esta vez declarándole al alcalde su rechazo por la nueva medida.
En un reciente decreto la Alcaldía modificó de 3 a 2 de la mañana el horario permitido para la atención de bares, discotecas y establecimientos nocturnos, en el mismo, se establece que un sábado al mes podrán atender hasta las 4 de la mañana.
Según los dueños de los negocios nocturnos estos cambios les traerá pérdidas.
El gobernador Didier Tavera en una carta enviada al alcalde Rodolfo Hernández le pidió replantear la decisión.
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