Francia y Bélgica, plagados de talentosos, pueden torcer el martes la historia de un Mundial de Rusia hasta ahora sin grandes atractivos, mientras la otra semifinal entre Croacia e Inglaterra será un choque de estilos desde el aire y la tierra.
Los Bleus franceses y los Diablos Rojos belgas disponen de talento y creatividad al mismo tiempo, algo que no ha sido sencillo de hallar en la mayoría de los 60 partidos jugados hasta el momento en Rusia-2018.
Francia ha reunido una generación como para dar el zarpazo en Rusia luego de haber logrado su único título en casa hace dos décadas. El juvenil Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Olivier Giroud dan a los franceses un poder de fuego envidiable, que ya sufrieron sucesivamente Argentina y Uruguay, en octavos y cuartos de final.