Un inusual hecho se presentó en la Liga de Indonesia, cuando el Persitara dejó que su rival, el Persibn Bandung, ganara sin oponerse.
El partido iba empatado 2-2 cuando el árbitro central decidió sancionar un penal que protestó el Persitara, pues a su juicio fue injusto.
Fue entonces cuando los jugadores del equipo, en un hecho inusual, acordaron dejar ganar a su rival como señal de protesta.
Finalmente, el cuadro indonesio cayó 5-2, pues sus futbolistas no se inmutaban ante los ataques del Persibn. En el penal, el portero se dio vuelta y dejó que anotaran el gol.