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La mujer con gafas de sol y un corte de cabello bob perfecto en la primera fila de cada desfile de moda importante es Anna Wintour, editora jefe de la revista Vogue.
Ha estado al mando de la edición estadounidense de Vogue por más de tres décadas y supervisa el contenido de todas las revistas de la empresa matriz, Condé Nast.
El 3 de noviembre de 2024, la magnate de la moda cumple 75 años. Abundan las especulaciones sobre si Wintour es la inspiración para la antagonista poco empática de la película de 2006 "El diablo viste de Prada": una jefa de moda despiadada, interpretada por Meryl Streep, que aterroriza a sus empleados.
La personalidad de la famosa Wintour, celosa de su privacidad, puede ser objeto de especulación (si bien, gracias a una biografía de 2022, ahora sabemos que hay una asistente dedicada a garantizar que su desayuno diario de café con leche grande extra caliente de Starbucks y muffin de arándanos esté esperando en su escritorio).
Lo que sí es evidente es cómo ha dado forma al mundo de la moda internacional, como su reina inoficial.
Wintour nació en una familia privilegiada en Londres en 1949. Su padre era editor del periódico londinense Evening Standard y la ayudó a conseguir su primer trabajo en la revista Harpers & Queen, como asistente de moda, a los 20 años.
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Luego, se mudó a la ciudad de Nueva York con su entonces pareja y continuó ascendiendo en la escala editorial en varias publicaciones. En 1988, le ofrecieron el puesto en Vogue EE. UU., que ahora ocupa "indefinidamente", como declaró Condé Nast hace varios años, en medio de una oleada de rumores de jubilación.
Cuando Wintour tomó las riendas de la famosa revista de moda, sus ingresos publicitarios se vieron amenazados por una nueva revista de estilo de vida femenino, Elle.
Sin embargo, gracias a Wintour, Vogue se labró su propio nicho y se impuso. Dejó de mostrar sólo modelos en sus ilustres portadas y optó por poner también a mujeres prominentes de la política y Hollywood, como Angelina Jolie y Hillary Clinton.
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Desde entonces, las portadas de Vogue han presentado a hombres e incluso a activistas importantes, como el defensor de los derechos LGTBQ+ transgénero Ariel Nicholson, así como la sobreviviente del Holocausto y defensora de derechos humanos Margot Friedländer, de 102 años, que apareció en la Vogue alemana a principios de este año.
Wintour ayudó a la empresa matriz de la revista, Condé Nast, a lanzar una serie de revistas derivadas, incluida Teen Vogue, que llegó a las estanterías en 1993.
También dotó a la publicación de buena reputación, al asociarla con una serie de eventos filantrópicos de alto nivel en Manhattan, en particular la Met Gala, que ayudó a transformar en un evento repleto de celebridades, conocido como la respuesta de la Costa Este a los Óscar.
Wintour es elogiada por su capacidad para mezclar el mundo de la moda con Hollywood, ayudando a los diseñadores y marcas de moda a llegar al público.
Mientras tanto, Vogue se ha vuelto global. La edición estadounidense original se publicó por primera vez en 1892 y la británica llegó después, en 1916. Actualmente, hay más de 28 ediciones internacionales de la revista, que ha dado forma a la escena mundial de la moda.
Gracias a las decisiones editoriales de Wintour, el lanzamiento de Vogue África en 2021, por ejemplo, ha ayudado a celebrar la cultura africana y a poner a los diseñadores africanos en el centro de atención internacional. Vogue India, lanzada en 2007, ha ayudado a posicionar a aquel país como un actor importante en la industria de la moda, promoviendo la fusión de la vestimenta tradicional india con estilos contemporáneos.
Sin embargo, el reinado de Wintour no está exento de controversias. La Vogue estadounidense ha sido acusada de no hacer lo suficiente para celebrar la diversidad étnica y cultural en el notoriamente privilegiado mundo de la moda.
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La industria, como otras, ha sido llamada a ser más inclusiva, particularmente desde el asesinato de George Floyd en 2020. Si bien Vogue ha hecho un mayor esfuerzo por poner a modelos negras como Rihanna en las portadas de los últimos años, y la propia Wintour emitió una declaración apoyando el movimiento Black Lives Matter, la crítica general es que se podría hacer más.
Un artículo publicado en 2020 por The New York Times sobre Condé Nast detallaba las experiencias de exempleados negros. Estos dijeron haberse enfrentado a "la ignorancia y a los perezosos estereotipos de jefes blancos cuando surgió el tema de cubrir la cultura negra, todos dijeron que estaban exhaustos de tener que explicarlo todo siempre". Y estas fueron solo algunas de las quejas.
Como sea, pocos discutirían que la industria de la moda en su conjunto tiene un largo camino por recorrer en lo que respecta a la inclusión.
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Wintour sigue aferrándose a su puesto y lo cierto es que tiene éxito, pero hay quien se pregunta si no es hora ya de que la próxima generación tome el relevo.
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