Edgar Parra, un petrolero que decidió innovar con una actividad que pretende cambiar patrones culturales y mejorar la calidad de vida de comunidades vulnerables en Colombia a través de una construcción más limpia y sostenible.
Se trata de la primera casa que cuenta con certificación LEED for home (Leadership in Energy & Environmental Design), en Latinoamérica, uno de los proyectos más importantes en materia ambiental actualmente.
Cabe recordar que LEED for Homes es un sistema de edificaciones sostenibles desarrollado por el Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos, cuyo diseño permite el uso eficiente de los recursos naturales.
Parra, junto a un grupo de más de 60 personas, está en el proceso de construir una casa con certificación LEED en Colombia, la primera del Continente, específicamente en Llano Grande, Antioquia.
Dijo que para logar la certificación hay que tener en cuenta la ubicación, por lo que la casa “se encuentra ubicada a solo 5 minutos del aeropuerto internacional Jose Maria Córdoba y del Hospital San Vicente de Paúl de Rionegro en Llanogrande, un exclusivo sector del oriente Antioqueño, rodeado de numerosos centros comerciales, universidades, colegios, restaurantes, centros recreacionales y clubes”.
Según se explica en el proyecto, “esta lujosa vivienda inteligente, se enfoca en la obtención de condiciones excelsas de confort, a la vez que promueve la lucha por evitar el aumento de los elementos contaminantes del entorno y la degradación física de la naturaleza”.
El líder del proyecto también habló de los costos de llevar a cabo el mismo.
“Sí se requiere de una inversión más grande, pero económicamente existe el retorno de esa inversión comparativamente con las otras condiciones del mercado (…) en una casa normal podría poner bombillos de 2.000 pesos pero terminaré pagando muchas más veces que si tomo la decisión de iluminar la casa con bombillos de última tecnología Led”, explicó.
Finalmente, habló sobre los techos verdes de la casa y su razón de ser. Contó que, como la base de la casa quitó un amplio territorio de zonas verdes, la idea es recompensar esas pérdidas en el techo.