“Madre nuestra que estás en nosotros desde que con el padre sol y la hermana agua crearon el primer ser humano. Santificado sea tu nombre.
Permítenos ayudarte a conservar tu reino, Hágase tu voluntad, pero ojalá sea por las buenas; aunque entendemos que debes estar muy molesta por nuestras ofensas.
Síguenos dando nuestro pan de cada día y no permita que la tentación de ignorarte y de abusar de tu generosidad maternal continúe impulsado nuestras acciones.
Ayúdanos a entender que nuestra mayor riqueza es la vida, pero que la vida individual solo es posible si nos reconocemos como parte tuya.
Ayúdanos a entender que la vida humana solo es posible si nos comprometemos a defender todas las demás formas de vida que has dado a luz y que comparten con nosotros tu reino.
Nos condenaste a los seres vivos a esa maravilla que han sido 4 mil millones de años de existencia en tu biosfera.
Perdona nuestros errores y danos una segunda oportunidad sobre la tierra”