Así esquivó la muerte en la discoteca Jet Set: el duro relato del músico Carwin Molleja

No paran las labores de rescate en Santo Domingo, República Dominicana, en la zona donde ocurrió la tragedia de la discoteca Jet Set en donde perdió la vida el reconocido artista Rubby Pérez, conocido como ‘La voz del merengue’, que, según datos del oficial a cargo de las labores de rescate por parte del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, José Luis Herasme, deja más de 130 muertos.Por fortuna, algunas personas pudieron salvarse de esta tragedia y ese fue el caso del músico venezolano Carwin Calleja, que, en diálogo con Venezuela al Día de Blu Radio, confesó que fue un momento traumático al vivirlo al lado de su madre y perder en el sitio a una amiga que murió por el desplome de ese techo.“Todo era feliz, el reencuentro con mi mamá después de tres años tenerla en Venezuela y de la nada se convierte en la trágica tragedia, de verdad que fue algo horrible. Todo estaba tan bien y de repente se desploma todo el techo, no sabía que era lo que estaba sucediendo. Cuando caigo en sí pude abrazar a mi mamá y ahí me caen ciertos concretos en la espalda, en la cabeza y bueno, pude salir por una puerta que estaba a mano izquierda”, contó.Él es oriundo de Barquisimeto, Venezuela, y lleva ocho años República Dominicana por lo que no era la primera vez que asistía a esta discoteca por lo que nunca se imaginó que esto pudiera suceder y nunca se le pasó por la cabeza que lo que era una fiesta iba a terminar en una tragedia que les quitaría la vida a tantas personas en cuestión de minutos.“Estoy vivo por un milagro. Mi mamá y yo estamos vivos por un milagro. Porque personas me comentaron que sí, tú te salvaste porque estabas al fondo de la pared y ya no había nada que caía. Tiene lógica. Al lado mío murió una señora, o sea, vi gente enterrada. Si analizamos en la misma tarima al maestro Fito, en la conga, el conguero de Rubby Pérez, no le pasó absolutamente nada. Al Güirero tampoco le pasó absolutamente nada. A los trompetistas no les pasó nada, solamente golpes. Pero el saxofonista si muere. O sea, si tú te pones a analizar los que se salvaron, fue un milagro de verdad”, añadió.Lo que su memoria no borra es que, cuando logró salir de la discoteca tras sobrevivir a esta tragedia, tuvo que pasar por encima de personas que pedían su ayuda, al igual que muchas otras ya se encontraban muertas. Según contó, había aproximadamente cinco personas, dos mujeres y otro hombre cuando intentaba salir, dejándolo consternado porque este hecho le quitó la vida a una amiga que se encontraba con él en el sitio.“Me sentía muy inútil no poder hacer nada. Es algo que no se lo deseo a nadie, de verdad. Demasiado horrible todo lo que pasó (…) Pude dormir anoche, pero llevaba más de 48 horas que no podía dormir. O sea, entre la situación, todo. Cuando salgo de ahí y que me llega a la cabeza el sonido tan fuerte cuando eso se cae, los gritos de mi mamá, o sea, hermano, saber que estoy vivo y pensar cómo estoy vivo me alegra, le doy gracias a Dios, pero también me perturba un poco. Tuve personas al lado que murieron, no sé cómo no tuve ni una fractura”, puntualizó.