La policía maliense detuvo a dos personas sospechosas de haber participado o colaborado en el secuestro de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez Argoti, secuestrada el miércoles por desconocidos en una parroquia de Karangasso, en el suroeste de Mali.
Fuentes policiales malienses, que confirmaron las detenciones, dijeron que se inclinan por la autoría yihadista, aunque en esta región del suroeste los grupos yihadistas no son muy activos.
En entrevista con BLU Radio, sor Clara, quien estaba con la hermana Narváez cuando la secuestraron, narró los hechos.
“Estábamos reunida viendo noticias y luego entraron unas personas armadas, unas con machete y otras con armas de fuego, mientras ellos llegaron una hermana alcanzó a encerrarse en su cuarto, otra fue capturada.
El señor dijo que una de nosotras nos tenía que acompañar, que si estábamos tranquilas no nos iban a hacer nada”, narró.
Entre tanto, la hermana Clara explicó que los hombres llegaron con las caras cubiertas, pero luego se las descubrieron.
“Iban vestidos de civil, hablaron en francés, en algún momento alguien dijo ‘sí, somos yihadistas’, pero lo dijo en voz baja y solo una vez”, explicó la hermana Clara,Además, contó que en el interior de la casa había cuatro hombres y afuera había otro. Lea también: Tareck El Aissami lideró ingreso de grupos yihadistas a Venezuela: Joseph Humire
“La hermana Gloria Cecilia es la responsable de la fraternidad".
Luego le dijeron a ella que entregara el dinero, entregó algo que tenía en su cartera, luego dijo que nosotras no teníamos caja fuerte y luego se la llevaron sin explicación”, añadió.
Narváez, de la congregación de las Hermanas Franciscanas, fue secuestrada por hombres armados no identificados en la parroquia católica de Karangasso, donde desde hace años trabaja en tareas de asistencia y formación de habitantes rurales.
La monja tiene 48 años de edad, nació en Pasto, capital del departamento de Nariño y lleva más de 25 años trabajando con su comunidad religiosa.
Narváez comparte residencia con otras tres monjas colombianas en Karangasso, que al parecer no sufrieron ningún daño durante el secuestro.
Al carecer Colombia de representación diplomática en Mali, es la embajada en Ghana la que se ha hecho cargo del caso y se ha coordinado con las autoridades malienses para lograr la pronta liberación de la religiosa.
Las Fuerzas Armadas Malienses enviaron refuerzos desde Bamako, la capital del país para colaborar en la búsqueda de la religiosa, que se presume fue conducida a los bosques de la frontera con Costa de Marfil.
Hasta el momento, ninguna organización se ha atribuido el secuestro.