En 2018, 236 líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, fueron asesinados en Colombia. En el 80 % de los casos se debieron a disputas por tierras y protección de recursos naturales.
Frente a los líderes asesinados por el tema de restitución de tierras, el exministro del Interior Juan Fernando Cristo aseguró que dicho efecto indeseable se previó.
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“Siete años después, el balance es positivo a pesar de las dificultades”, aseguró el exfuncionario del gobierno Santos.
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En el tema del Cauca, Camilo González Posso, de Indepaz, aseguró que en más de la mitad de los municipios de ese departamento se han presentado intimidaciones.
“Detrás de eso lo que hay propósitos de sembrar terror, confusión, ambientes de polarización en contra de la paz, porque en definitiva lo que se ve es una amenaza a la implementación de los acuerdos y al avance en soluciones de paz”, indicó González Posso.
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Frente al tema también opinó el reputado sociólogo Alfredo Molano.
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“Los dirigentes sociales, sobre todo en las zonas rurales, están en peligro determinante porque allí el Estado es más débil. Los dirigentes son como el alma del territorio, el corazón de la región y ellos encarnan el consenso de los intereses colectivos y los defienden”, declaró el investigador.
“El asesinato de los dirigentes está muy bien calculado, pues el asesinato rompe los vínculos con la gente e instala el terror. Y el terror instalado impide que la gente se reúna, impide que hable, que llore”, añadió.
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