de la Presidencia de la República, se corroboró la existencia de una estructura de corrupción dentro de la Unidad Nacional de Protección.
El director del organismo, Andrés Villamizar, explicó la forma en la que entre funcionarios y contratistas, trabajaban para desfalcar recursos.
Trazaban "el pago de facturas de los servicios de protección que presta la unidad a través de operadores privados y también sobrecostos en los apoyos diarios, me refiero a los vehículos no del esquema permanente del protegido sino cuando el protegido viaja a alguna región del país y se le presta por un solo día el vehículo, esos servicios se facturan aparte, y en estos habría sobre facturación y exigencia de coimas por parte de estos funcionarios corruptos", aseguró.
El director administrativo de la Unidad Nacional de Protección, Luis Eduardo Molino, fue capturado en flagrancia recibiendo un soborno, mientras que el secretario general de la unidad, Julián Marulanda, fue declarado insubsistente mientras se realizan las investigaciones sobre su presunta responsabilidad en los actos de corrupción.