A ritmo de salsa, merengue y salsa choque, los caleños continuarán el paro nacional con una rumba este sábado 23 de noviembre.
La estrategia busca que las voces de protesta sigan manifestándose de manera pacífica.
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Esto se hace luego que miles de personas salieran a las calles en la noche del pasado viernes, cuando se realizó un cacerolazo que no tuvo inconvenientes de orden público.
Los organizadores piden a los que deseen asistir llevar bafles, instrumentos, micrófonos y ropa deportiva "para rumbear en contra del Gobierno".
La convocatoria inicia desde las 4:30 de la tarde y se extenderá hasta altas horas de la noche.
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Ante esto, las autoridades anunciaron un dispositivo de seguridad para evitar actos de vandalismo o alteraciones a la tranquilidad.
Duvalier Sánchez, excandidato a la Gobernación del Valle, precisó que los movimientos sociales en Cali deben enmarcarse no solamente en los temas negativos.
"La noche del pasado viernes 22 de noviembre fue histórica, donde miles de ciudadanos, (jóvenes, abuelos, padres, niños), se hicieron sentir en las plazas y los barrios con el cacerolazo", dijo Sánchez.
"Yo creo que Cali le manda un mensaje al país donde no hay tintes políticos. El "rumba al paro" es alegre, creativo y pacífico", añadió.
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