La Alcaldía anunció el lunes que levantaba la alerta amarilla en el suroccidente de Bogotá, pero aseguró que mantendría las restricciones a los camiones con más de 20 años de antigüedad en las horas pico.
La medida ha levantado el disgusto de los conductores de carga pesada, pues aseguran que la restricción afecta la economía.
Jeimmy Roldán, madre cabeza de familia, lleva 10 años manejando vehículos de transporte de carga pesada y se dedica a este oficio cuatro días a la semana.
Roldán dijo en Mesa BLU que gana con su camión aproximadamente 1’600.000 pesos al mes y paga entre 300.000 y 340.000 pesos de seguridad social.
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Roldán le expresó a la alcaldesa Claudia López “ponerse la mano en el corazón” y analizar realmente cuáles son los vehículos que contaminan el aire de la capital del país.
Alba Cecilia Lian, también es una madre cabeza de familia, que se dedica, con su carro modelo 1954, a los trasteos para subsistir.
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Su jornada empieza desde las 3:00 de la mañana, deja a sus hijas en el colegio y luego se va en busca de trabajo.
Ambas mujeres le pidieron al Distrito que levante el decreto que restringe la circulación de camiones viejos en Bogotá.
“Que nos ayuden en una manera para poder trabajar y continuar con nuestro trabajo”, dijo Lian.
El presidente de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar), Juan Miguel Durán, indicó que se deben buscar salidas a este decreto.
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“Las restricciones deberían ser la última medida después de revisar opciones. El mensaje es buscar alternativas, por ejemplo, la autorregulación de los vehículos”, dijo Durán.
Por su parte, Juan Camilo Ostos, viceministro de Transporte, puntualizó que el Gobierno está escuchando al Distrito para que explique en detalle el alcance de la medida ambiental.
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Escuche la entrevista completa en Mesa BLU aquí:
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