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Esta semana fue importante para el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc porque en la práctica se ha llegado al punto que desde hace más de cinco décadas se buscaba: el desarme de la guerrilla.
Carlos Córdoba, quien fue gerente de las zonas veredales transitorias de normalización, analizó en diálogo con El Radar el proceso de resocialización de las Farc, hecho que “marca un hito y una ruptura, atrás quedó la dejación de armas, el tránsito a la legalidad, las reglas de cese al fuego”.
En ese sentido, explicó que al terminarse las zonas veredales “se acaban las fronteras que no podía pasar la Fuerza Pública en esos territorios (…) Ya hay una estrategia de Ejército y Policía para ocupar mejor esos territorios”.
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Además, los campamentos pasarán a ser “espacios territoriales de capacitación y reincorporación para que los excombatientes de las Farc hagan su reincorporación y trabajen de la mano con la comunidad”.
Córdoba puntualizó que se trabajará para que los espacios “no se conviertan en unos guetos de las Farc. Lo importante aquí es abrir esos espacios a la comunidad (…) se ha definido un trabajo con los alcaldes, gobernadores y comunidades para que las áreas comunes de estas infraestructuras sean usadas de manera conjunta entre acciones de reincorporación y las distintas actividades de desarrollo comunitario que existan”.
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