Las disidencias de las Farc quieren matar al presidente Iván Duque
Este fin de semana no solamente se confirmó la participación de un capitán pensionado del Ejército en el ataque al helicóptero presidencial en Cúcuta el pasado 25 de junio, sino que también se obtuvo información de inteligencia sobre otro plan para atacar al jefe de Estado llegando a Bogotá.
En la práctica sigue aumentando el poder de alias “Pablito”, quien ahora se hace llamar Pablo Marín, ahora tercer cabecilla del ELN, uno de los más sanguinarios jefes guerrilleros, responsable entre otros del atentado con carro bomba en la Escuela General Santander en enero de 2019, que mató a 22 policías.
La alcaldesa también les pidió a sectores políticos que incitan a las manifestaciones violentas que paren, con el fin de evitar que los jóvenes sigan siendo “carne de cañón” de radicalismos y víctimas del “abuso policial”.
Hablamos ahora de enfrentamientos políticos que tienen que ver con los focos de tensión y de desórdenes que persisten en las calles de algunas ciudades y también en torno a los efectos del paro en las cifras de contagios de COVID-19.
La polémica se produce en torno a la investigación por presuntas irregularidades en el uso de gastos reservados por parte de integrantes del Ejército, adscritos al Comando Conjunto de Inteligencia y a la Regional de Inteligencia Militar Estratégica.
Siguen las investigaciones de la Fiscalía, del Ejército y de la Policía en torno al atentado con carro bomba que dejó 36 heridos en la sede de la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta. Se mantiene como una de las hipótesis, la posibilidad de complicidad interna para facilitar la entrada de la camioneta bomba. Todo sigue apuntando a la guerrilla del ELN, que anoche emitió un comunicado en el que negó su responsabilidad.