En la práctica sigue aumentando el poder de alias “Pablito”, quien ahora se hace llamar Pablo Marín, ahora tercer cabecilla del ELN, uno de los más sanguinarios jefes guerrilleros, responsable entre otros del atentado con carro bomba en la Escuela General Santander en enero de 2019, que mató a 22 policías.
Este fin de semana no solamente se confirmó la participación de un capitán pensionado del Ejército en el ataque al helicóptero presidencial en Cúcuta el pasado 25 de junio, sino que también se obtuvo información de inteligencia sobre otro plan para atacar al jefe de Estado llegando a Bogotá.
La Fiscalía, con apoyo de la Dijín, la Sijín y el Gaula, lograron encontrar elementos de prueba, tales como fotos, videos e interceptaciones telefónicas que involucran al menos a diez personas, entre ellas un capitán y un soldado retirados del Ejército, en los planes criminales.
La JEP reveló en las últimas horas, en un documento de 396 páginas, la imputación por crímenes de guerra y de lesa humanidad contra ambos oficiales y otros 13 militares.
Con el paso de las horas crecen las preguntas en torno a la responsabilidad de un grupo de 26 exmilitares colombianos en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise. Tras las revelaciones hechas este fin de semana en Blu Radio y en Noticias Caracol, no hay claridad sobre quién contactó a los colombianos para cometer el magnicidio. Tampoco se sabe si a los 26 colombianos reclutados les hicieron algún pago previo al viaje a Puerto Príncipe y no hay precisión sobre el papel de las cuatro empresas, entre ellas la estadounidense CTU, en el viaje y el objetivo de matar al presidente haitiano.