Una estudiante de comunicación social que trabaja haciendo críticas de videojuegos recibía constantemente amenazas sexuales e insultos de cientos de hombres ‘gamers’.
Cansada de la situación, esta joven llamada Alanah Pearce decidió recolectar los agresivos mensajes de los hombres y reenviárselas a las madres, para que se enteraran de las actividades de sus hijos.
"La mayoría eran hombres jóvenes, y el problema es que no saben nada mejor, por lo que responderles racionalmente no hubiera resuelto la situación. Y llegó al punto en el que sus comentarios estaban empezando a hacerme sentir muy incómoda" contó la joven.
"Es sorprendentemente fácil descubrir quiénes son sus familiares. Especialmente porque la mayoría de ellos me escribían a través de su perfil personal en Facebook", agregó Pearce.
Sin embargo, sólo ha recibido la respuesta de una madre, que reprendió a su hijo para que dejara de hacerlo.