Ana María Gómez empezó a bailar a los tres años en el Ballet Folclórico de Antioquia, donde comenzó a forjar su camino en este arte.
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Trece años después tiene claro que a él se quiere dedicar el resto de su vida y por ello, emprendió un viaje a Nueva York, donde lleva casi un año dividiendo su larga jornada en entrenamientos y en terminar el bachillerato en línea.
“El colegio lo estoy haciendo online, en una página en convenio con la academia en la que estoy, cuando termino de ensayar porque ensayo todos los días desde 8:30 hasta las 4:00 de la tarde y cuando llego estudio de 5:30 a 9:00 de la noche”, explicó.
El sacrificio y la disciplina han hecho parte de su diario vivir desde que se preparaba en Medellín.
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“Los sacrificios son impresionantes, muchos días en que mis amigos salían y quedarme yo entrenando desde las 4:00 de la tarde hasta las 8:00 de la noche y tener que llegar a mi casa a seguir estudiando. Todo paga y los sacrificios se ven con el tiempo”, expresó.
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