El país asiático es conocido por llevar la mayoría de cosas al límite. Esta vez, ante el estrés de las grandes ciudades japonesas, apareció una técnica que le permitirá desahogarse: Ikemeso. Esto consiste en ‘rentar’ a un hombre para que la haga llorar y luego la consuele.
El nombre de la técnica nace de una combinación entre los términos japoneses ikemen (tío bueno) y mesomes (llorar).
Los jóvenes contratados son especialistas en llanto terapéutico y deben ser atractivos para lograr un consuelo rápido.
Utilizan videos emocionales y están revolucionando el trabajo con grupos de mujeres que se reúnen a llorar.
Japón es conocido mundialmente por que en este país se puede rentar personas para casi todas las cosas: sexuales, sentimentales, en fin.
Este tipo de servicios de compañía humana pretende dar experiencias reales no vividas para eliminar el estrés.