operativos fáciles y accesibles para todo el mundo.
El intento se llamó ‘Bob’; un paisaje gráfico que corría sobre Windows 3.1 o 95, que convertía el sistema operativo en una habitación en la que cada mueble representaba una aplicación diferente. Sumado a esto, un perro llamado Rover hacía las veces de asistente y daba consejos a los usuarios. Además de ser muy malo, el Windows 95, que se lanzó ese mismo año, lo mató.