quien logró que el político José Obdulio Gaviria se retractara de calumnias lanzadas en Twitter.
El límite es el buen nombre y la honra de las personas, afirma De La Espriella, quien explicó que las acusaciones lanzadas en los medios masivos de comunicación, que no logren ser probadas, son delito agravado.
En cualquier caso, la persona que lanza el señalamiento deshonroso deberá comprobar por la vía judicial que tiene la razón, manifiesta.
En caso que se quiera hacer una retractación, como hizo José Obdulio Gaviria, esta deberá hacerse por los mismos medios y canales por los que se lanzó la calumnia.
De la Espriella afirmó que lo ideal es siempre descongestionar el aparato judicial, aunque señaló que cuando hay declaraciones que denigran de una persona en las redes sociales se puede acusar a los estrados. “No se puede hablar más de los demás a menos que tenga pruebas, de lo contrario, es un delito”, aseguró.
Continuó indicando que las redes sociales tienen más cosas malas que buenas y son un vertedero de odio.
El abogado explicó que ni la injuria ni la calumnia dan penas de cárcel, pero los jueces de la República sí pueden imponer reparaciones económicas, aunque lo más grave debe ser la sanción social, según comenta.