sobre el concepto de felicidad y lo que lo llevó a dictar clases acerca de ella.
Ramírez es un adicto rehabilitado que salió de un hogar lleno de oportunidades y que cayó en la adicción durante su adolescencia. Sin embargo, tras haber recuperado el rumbo de su vida comenzó a dirigir el departamento de adicciones en una fundación de víctimas de violencia y explotación.
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A esto denominó el “taller de la felicidad, que comenzó a ser más atractivo para las personas”.
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En un momento dado, la Universidad del Cesa lo llamó para que fuera a dar algunas conferencias y Ramírez, quien se inspiró en las cátedras de la Universidad de Harvard, comenzó a dictar clases semestrales.
“Antes de comenzar llamé a Ben Shahard de la Universidad de Harvard quien me recomendó que fuera auténtico, que fuera yo mismo en las clases y que no tratara de impresionar a nadie”, agregó.
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Respecto a la felicidad, dijo que era una decisión y que para alcanzarla había que saber que la vida tenía sus consecuencias.
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“Para alcanzar la felicidad no hay que eliminar los sentimientos de tristeza o rabia sino abrazarlos”, dijo Ramírez.
Por último señaló que Colombia es un país que tiene características únicas desde el punto de vista humano.