Rubén Darío Alzate y los otros secuestrados que siguen en su poder.
“Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del Gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones. A las Farc les exijo –y no solo yo: se los exige nuestra nación y toda la comunidad internacional– que demuestren su voluntad de paz con acciones y no solo con palabras”, dijo el jefe de Estado.
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De otro lado, el presidente reveló que ya está en contacto con los países garantes para buscar una mediación en la liberación del oficial, la abogada, los suboficiales y los soldados secuestrados por el grupo guerrillero.
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“Confío en que, con la intervención de los países garantes –con quienes ya entramos en contacto para ofrecer nuestra colaboración–, se pueda encontrar rápidamente la respuesta que el país está esperando”, puntualizó Santos.
Finalmente, dijo que “el compromiso de las Farc está puesto a prueba y que de su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación”.
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Este es el texto completo de la alocución del presidente:
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La paz es un valor supremo para los colombianos y un anhelo nacional.
Por ello tomé la decisión de adelantar el proceso de paz con las FARC, con firmeza y sentido de responsabilidad, consciente de que este camino no sería fácil de recorrer.
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Yo sé que a veces hayconfusión sobre los avances que se han logrado, por desconocimiento y –sobre todo– porque es difícil entender que, mientras se habla en La Habana, la confrontación sigue en el país.
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Pero estamos hablando deparar la guerra de una vez por todas.
Esto se logra con laterminación del conflicto. No con una simple tregua.
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Créanme, conversar en medio del conflicto es la forma más efectiva para ponerle punto final a esta absurda guerra.
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Lo anterior no significa que en el curso de las conversaciones no se puedan dar los primeros pasos para des-escalar el conflicto, como ya lo venimos discutiendo desde hace algún tiempo con las FARC.
Hay que ser claros: aunque estamos negociando en medio del conflicto, las FARC tienen que entender que a la paz no se llega recrudeciendo las acciones violentas y minando la confianza.
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La muerte de los indígenas en Toribio, Cauca es solo un ejemplo.
El secuestro ayer en Chocó del general Alzate, de un suboficial y una abogada, que se une al de dos de nuestros soldados en Arauca, son actos que en nada ayudan a avanzar hacia la paz.
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Las FARC son responsables de su integridad física y deben devolverlos de inmediato. Los colombianos exigimos su liberación.
Es el momento para que demuestren su compromisocon el proceso.
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Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del Gobierno queno podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones.
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A las FARC les exijo –y no solo yo: se los exige nuestra nación y toda la comunidad internacional– que demuestren su voluntad de paz con acciones y no solo con palabras.
Confío en que, con la intervención de los países garantes –con quienes ya entramos en contacto para ofrecer nuestra colaboración–, se pueda encontrar rápidamente la respuesta que el país está esperando.
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El compromiso de las FARCestá puesto a prueba.
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De su decisión depende seguir avanzando hacia el fin del conflicto y la reconciliación.
Siempre es más fácil optar por la violencia. Es de valientes optar por la paz.
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Y esa paz sólo se construyecon gestos de paz y con sentido de responsabilidad histórica.
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