Al enterarse de la muerte de una joven en un pueblo cercano, un hombre de 72 años decidió vender el cadáver de la mujer para el tradicional rito del "minghun" ("bodas fantasma"), aún practicado en zonas rurales de China y en el que se celebran matrimonios entre personas fallecidas.
El hecho lo llevó a cabo con la ayuda de dos cómplices, quienes sin dudarlo se acercaron a la tumba donde se hallaba el cadáver e intentaron sacarlo. Con lo que definitivamente no contaban era que varias personas se habían percatado de sus acciones.
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Finalmente fueron capturados y en los próximos días serán judicializados.