“Ahora, tras brillar contra Ecuador en Barranquilla (3-1), líder de una selección colombiana que juega para él y le exime de defender, ha repetido esa actitud crítica con su club, en este caso contra Zidane, que solo le perjudica a él. El 4 de enero James celebró el cambio de técnico, el despido Benítez, y los hechos han demostrado que su crisis de fútbol con el Real Madrid no era cuestión de un entrenador que le cayera mejor o peor. Tampoco juega bien con el francés. No aporta un plus de rendimiento. En el conjunto blanco debe bajar, presionar y crear. No lo hace como antes. Y el Real Madrid se ha hartado del individualismo del colombiano, que solo piensa en sí mismo”, dice la columna de Tomás González Martín.
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El columnista dice que la película se podría llamar “James contra James”, pues, en su opinión, “el colombiano debería aprender de la profesionalidad prudente de Bale” y califica al volante de incendiario. (Lea también: James cree que su mejora con Colombia se debe a que puede jugar y tiene apoyo)
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Al recordar las razones que tuvo el club merengue para fichar al 10 colombiano, González dice que futbolista sabe que no puede vivir de su leyenda.
“Su lesión con Colombia, su choque personal con Benítez y ciertos problemas personales formaron un triple cóctel que explotó contra su rendimiento, físico y psicológico” indica.
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Finalmente, dice que “el Real Madrid considera las declaraciones (de James) una falta de respeto al entrenador y a la plantilla".
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“JR10 no admite su pase a la reserva. No acepta que otro compañero sea titular. Es una actitud que ya no sorprende en la casa blanca, pero no por ello menos criticable. James Rodríguez rompe los códigos internos del equipo y del cuadro técnico. No acepta sus decisiones”, concluye.