Es la desigualdad social, presidente Duque: columna de Óscar Montes

Después de 8 años de gobierno de Juan Manuel Santos, llega mañana a la Casa de Nariño, Iván Duque Márquez para iniciar su mandato presidencial. Con apenas 42 años de edad, se trata de uno de los presidentes más jóvenes que gobernará al país en los últimos años. A diferencia de Álvaro Uribe y el propio Santos, Duque será presidente por 4 años, pues la figura de la reelección desapareció de la Constitución Nacional.

Recibe Duque un país polarizado y desunido por cuenta del enfrentamiento que libran los ex presidentes Santos y Uribe, antiguos aliados políticos y hoy enemigos irreconciliables. Unirnos será el primer reto del Presidente Duque.

La tarea no será fácil, pues existe en el país una enorme polarización política y un ánimo belicoso, que poco contribuye a tender puentes de entendimiento.

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Dicha situación no deja de ser llamativa, puesto que la firma de la paz con la Farc, después de 50 años de guerra, hizo pensar a muchos analistas que, ¡por fin!,  la reconciliación nacional había llegado.

Para lograr el propósito de “desarmar los espíritus” de los colombianos, Duque deberá alejarse de posturas extremas y reafirmar el talante conciliador que ha mostrado hasta ahora. Pero, sobre todo, tendrá que emprender de inmediato la gran tarea de poner fin a la escandalosa desigualdad social que muestra el país. El cierre de esa brecha social será fundamental para unir a Colombia.

Mientras haya pocos colombianos que tengan mucho y muchos colombianos que tengan poco, cualquier esfuerzo por reconciliarnos será inútil.
Los avances alcanzados en los últimos años no son suficientes, dada la dimensión de la tragedia social.

Ahora debemos sumar la llegada masiva de compatriotas venezolanos al país, quienes huyen para tratar de encontrar el bienestar del que carecen en su propio terruño. 

La desigualdad social en el país es aberrante. Por esa razón el Presidente Duque debe concentrar su mandato en tratar de cerrar una brecha que en lugar de ceder, sigue creciendo.

En el cumplimiento de ese propósito radica buena parte del éxito o el fracaso del nuevo Gobierno.

Ahí está el secreto para alcanzar la verdadera paz nacional y para alcanzar la reconciliación definitiva entre los colombianos. Ese, presidente Duque,  debe ser su principal reto a partir de mañana.