Dos hombres de origen iraní se habían convertido en los zares del oro en Chocó

Hassan Jalali Bidgoli y  Amir Mohit Kermani, dos estadounidenses de origen iraní, utilizaban a habitantes del municipio del Medio San Juan para hacerlos figurar como socios de una empresa minera.

La organización criminal, que alcanzó ganancias superiores a los 50 millones de dólares, era liderada por alias ‘Moisés’, un ciudadano venezolano, quien en asocio con los iraníes extraían minerales sin ningún requisito.

La estructura daba apariencia de legalidad mediante una empresa constituida para poder comercializar el mineral, además de rendir cuentas por las actividades ilícitas a presuntos delincuentes en Estados Unidos y el Líbano.

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Según la Policía, la modalidad de la estructura, integrada por 9 personas, era explotar y comercializar oro sobre las cuencas de los ríos Quito y San Juan, en Chocó, utilizando embarcaciones conocidas como "Dragones Brasileros", con las cuales, por medio de químicos, ocasionaron graves daños a la biodiversidad chocoana, envenenado ríos y ocasionando repercusiones en la salud de los habitantes.