Son 1.200 habitantes del municipio de Vetas, Santander, los que se quedarían sin hospital debido a la crisis económica que enfrenta el centro asistencial, por una deuda de $450 millones, entre sueldos atrasados y demandas laborales.
Ante la crisis, se creó el “comité pro-hospital”, que organiza bazares, bingos y hasta rifas para recaudar fondos y así evitar el cierre del único centro médico con el que cuenta la población.
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“Estamos mirando a ver cómo a través de ese comité logramos conseguir plata para poder pagar a los funcionarios y comprar insumos porque lo que nos entra por el contrato con la Nueva EPS no nos es suficiente”, dijo la gerente del hospital, Magda Lorena Vargas.
Según explicó Vargas, aunque el hospital cuenta con $750 millones de cuentas maestras, es decir, recursos que reciben por régimen subsidiado, no pueden utilizarlos porque no pertenecen a la red departamental de salud.
“Nosotros somos un hospital que dependemos del municipio, para ingresar a la red departamental necesitamos ser sostenibles y con las deudas que tenemos, no somos sostenibles”, añadió Vargas.
Agregó la funcionaria que esperan ver cuántos recursos pueden recoger hasta finales de diciembre a través de las actividades que se promueven, pero si el recaudo no alcanza para cubrir la deuda, cerrarán el hospital en enero.