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Un buen descanso comienza por un buen colchón. Y aunque a veces pase desapercibido, este elemento esencial en cualquier hogar requiere cuidados específicos para mantenerse en buen estado por más tiempo.
Girar o voltear el colchón con regularidad puede marcar la diferencia entre dormir bien y despertar con dolores o molestias.
Con el uso diario, el peso del cuerpo va comprimiendo los materiales internos del colchón, generando desgaste. Si no se distribuye de forma uniforme, pueden aparecer deformaciones que afectan directamente la calidad del sueño. Además, un colchón mal cuidado puede acumular ácaros y suciedad que afectan la salud.
Para evitar esto, los expertos recomiendan realizar una serie de tareas simples, pero efectivas, a lo largo del año.
A diferencia de lo que muchos creen, no es necesario hacerlo cada mes. Según especialistas, lo ideal es girar o voltear el colchón cada tres a seis meses, dependiendo del tipo de colchón que tenga.
Tipos de rotación:
Si su colchón tiene solo una cara (algo común en modelos más modernos), bastará con girarlo cada tres meses. En cambio, si es reversible, deberá alternar entre girarlo y voltearlo para evitar que se formen hundimientos en zonas específicas.
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Además de girar y voltear el colchón regularmente, hay otros cuidados que pueden ayudarle a extender su durabilidad:
Incluir la rotación del colchón en tu lista de tareas del hogar puede parecer un detalle menor, pero tiene un impacto directo en tu descanso y en la vida útil del producto. Si lo hace de forma constante, su colchón podrá durar más allá de lo que indica su garantía, manteniendo su forma, comodidad y propiedades por mucho más tiempo.
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