Para Sofía Gómez, cuando se sumerge en la profundidad del mar, un metro marca la diferencia, dice que es como saltar un centímetro de más y los nervios pueden jugar en su contra.
A sus 23 años logró récord mundial al sumergirse 84 metros en Soufrière and Scott, en Dominic. “Pensé que iba a estar muy tranquila, pero la presión del récord mundial estaba”, señaló.
Gómez nació en Pereira y está radicada en Medellín. Explicó que cuando se sumerge en el mar baja con una cuerda marcada que sirve de guía, en el fondo hay un plato o elementos con los que debe salir y una cámara que registra el momento para que luego los jueces las evalúen.
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Su novio también es su entrenador y quién la anima a afrontar esas hazañas. “Es una ventaja porque a veces él confía más en lo que yo puedo hacer. Somos muy profesionales, separamos las dos cosas, y en los entrenamientos me pone ejercicios que sé son por mi bien”, expresó.
La deportista colombiana indicó que "si el cuerpo no está acostumbrado a la presión puede haber barotrauma”, y sobre la respiración agregó que “no puede respirar aire comprimido porque, literalmente, se le pueden romper los pulmones".
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La apneísta criticó que el poco apoyo que recibe este deporte en el país hace que no sea reconocido.
Este fue el momento en el que Sofía Gómez superó por dos metros la marca que estaba en poder de la eslovena Alenka Artnik, con una profundidad de 82 metros: