Con una inversión de 350 millones de pesos, la Gobernación de Antioquia comprará tres plantas eléctricas que serán instaladas en los corregimientos de San Alejandro y San Antonio de Padua y en el casco urbano de Vigía del Fuerte, para que los 6.191 habitantes de este municipio del Urabá antioqueño se beneficien con energía de manera permanente.
La población de Vigía del Fuerte adelantó un paro cívico debido a que hace seis meses cuentan con un servicio intermitente y a veces nulo de energía, según lo denunciaron líderes sociales.
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La Gobernación explicó que el inconveniente se debe a que "las plantas que poseía el municipio ya habían superado su vida útil y el mantenimiento y arreglo son demasiado costosos".
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Por eso, estas plantas serán una solución transitoria y se está pensando en la construcción de un parque solar, una central hidroeléctrica o la interconexión a la red convencional.
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