en los alrededores, pues ya no serían con aguas residuales sino aguas limpias.
Recientes estudios han demostrado el exceso de metales como plomo, arsénico, mercurio y cadmio en vegetales como la lechuga, el apio, el repollo y el brócoli. La razón principal de la presencia de estos metales en los vegetales radica en las aguas contaminadas que llegan al río Bogotá.
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La vegetación en general y las hortalizas de las que nos alimentamos, no solo en Bogotá sino en varios lugares de Colombia, absorben las aguas residuales del rio Bogotá lo que explica la presencia de estos metales en ellas.