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La Agencia de Protección de Aduanas de Estados Unidos (CBP) en Nueva York confiscó un envío de extensiones de pelo humano procedente de China por la posibilidad de haberse originado en los centros de internamiento o "reeducación" de la provincia de Xinjiang.
La confiscación se produjo “basada en información razonable que indicaba que habían sido productos fabricados por trabajadores en prisión”, indicó a Efe Anthony Bucci, portavoz de Aduanas.
Estos productos de belleza tienen un valor de 800.000 dólares y existen “potenciales indicadores de abuso de derechos humanos, trabajo forzado de menores y privación de libertad” en la provincia china de Xinjiang, con mayoría de religión musulmana y perteneciente a la etnia Uigur.
En total el pedido, fabricado por la empresa Lop County Meixin Hair Product Co. Ltd., con sede en un parque industrial de la ciudad de Hotan denunciado en el pasado por usar mano de obra encarcelada en centros de “reeducación” o “vocacionales” de Pekín, era de casi 13 toneladas de productos de pelo humano.
“Es absolutamente esencial que los importadores estadounidense se aseguren que la cadena de distribución satisface los estándares humanos y éticos que esperan el gobierno y los consumidores”, indicó en un comunicado Brenda Smith, comisario de la Oficina de Comercio de la CBP.
“La producción de estos bienes supone una muy seria violación de los derechos humanos y la confiscación quiere enviar un mensaje muy claro de que no se tolerarán aquellos que hacen negocios con prácticas inhumanas e ilícitas”, añadió.
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