Amnistía Internacional lanzó duros cuestionamientos a la manera como el Gobierno de Nicolás Maduro ha venido reprimiendo las manifestaciones de la oposición y lo culpa del incremento de la violencia.
“Al desplegar fuerzas y cortes militares para confrontar una situación política y social cada vez más tensa, la administración de Maduro sólo está intensificando la crisis, como quien intenta apagar un incendio con gasolina,” dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de la ONG.
“El nivel de violaciones de derechos humanos y las acciones despiadadas de las autoridades venezolanas son una reminiscencia de los peores tiempos para los derechos humanos en las Américas”, agrega.
“Al desestimar a los manifestantes como ‘terroristas’ y acusar a civiles de crímenes que solo son aplicables a los soldados, la administración de Maduro está convirtiendo esta crisis política en un conflicto violento, cuando debería estar escuchando las preocupaciones legítimas de la gente y trabajando para encontrar soluciones”, dice.