El papa Francisco sorprendió nuevamente al mundo este miércoles dando ejemplo de bondad y comprensión. La escena tuvo lugar durante la audiencia general del pontífice, cuando una niña que padecía una enfermedad no revelada se tomara el escenario aplaudiendo y bailando en medio de la aprobación de los feligreses y la venia del jerarca católico.
La pequeña, que portaba una camiseta rosa con la palabra ‘Amor’, se escabulló de la mamá y se ubicó en frente de la sala de audiencias donde brincó y aplaudió mientras que los asistentes, comprensivos, la aplaudieron.
El líder religioso intervino ante la seguridad del Vaticano para que le permitieran a la niña hacer todo libremente.
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Después de unos minutos la niña volvió con su familia, pero posteriormente volvió nuevamente a robarse el show .
"Esta pobre niña es víctima de una enfermedad y no sabe lo que está haciendo", explicó el papa, al final de la audiencia, a los espectadores.
“Pido una cosa y todos deberían responder en su propio corazón. ¿Recé por ella cuando la vi? ¿Oré para que el Señor la sane y la proteja? ¿Recé por sus padres y su familia? (…) Cuando vemos a una persona que sufre, debemos rezar. Esta situación debería ayudarnos a hacer siempre esta pregunta”, declaró.
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No es la primera vez que el papa Francisco sorprende con gestos de comprensión e indulgencia. En 2018, el líder de los católicos dejó que un menor con autismo estuviera a su lado sin que la seguridad lo expulsara.