Tras la creciente del río Caquetá, unas 290 familias de 12 veredas del sur del Caquetá resultaron damnificadas, con pérdidas de sus cultivos de pancoger, especies menores y pertenencias. Así lo confirmó Gustavo Ortega Ramírez, coordinador de la Unidad de Gestión del Riesgo.
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El funcionario aseguró que “como consecuencia de la temporada de lluvias y desbordamiento del rio Caquetá, en Curillo hay 150 familias damnificadas de cinco veredas y en Solita son 140 familias de siete veredas”.
Pese a la alarmante cifra, los censos no han terminado; se espera que aumente el número de afectados.
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“La preocupación es que la creciente no ha bajado a Solano y el río Caquetá puede llegar entre 70 u 80 horas a este municipio y en 100 horas al Putumayo, por ello ya se informó al coordinador del riesgo y de Defensa Civil en el vecino Departamento”, agregó Ortega.
Según las autoridades, el afluente aumentó en dos metros su caudal.
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