en el norte de Bogotá, en el asiento del pasajero, mientras iba en compañía de un amigo, y fue atacada hacia las 8:45 de la noche del martes.
Explicó que dos hombres le rompieron el vidrio del vehículo y la amenazaron con un arma cortopunzante.
Publicidad
En el hecho le fueron hurtados sus dos celulares, uno personal y uno de trabajo, avaluados en más de un millón de pesos.
Publicidad
Finalmente hizo un llamado porque “no hay que dar papaya” y recomendó que si uno está siendo amenazado, debe entregar las pertenencias y asegurar la salud.