Según la multinacional, el primer ataque se registró contra dos activos del Campo Tibú. A través de un comunicado, Ecopetrol indicó que grupos al margen de la ley activaron explosivos en la planta de inyección de agua M-30 y en el pozo T-611, ubicados en las veredas Socuavo y Palmeras respectivamente.
Los delincuentes dejaron cargas explosivas instaladas en el lugar.
Los daños en la planta generan afectación sobre ocho pozos que producen diariamente unos 450 barriles de petróleo.
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Finalmente, se logró que la Fuerza Pública asegurara la zona y técnicos de la empresa procedieran con la reparación.
Por otra parte, en la vereda Cerro Madera, un grupo de hombres, bajo amenazas, retiraron el personal que se encontraba realizando labores de mantenimiento preventivo en el kilómetro 350 + 900 del oleoducto Caño Limón Coveñas. Posteriormente, instalaron explosivos y los detonaron.
El hecho, además de poner en riesgo la vida de los trabajadores, generó daños en el sistema de transporte.
Asimismo, sujetos armados retuvieron durante una hora a trabajadores de la caravana de carro tanques, quienes realizan la evacuación de producto del punto de control operativo en Caño Cinco, ubicado en la vereda Guachimán.
A los conductores los amenazaron con incinerar los cinco vehículos. Estos automotores transportan producto recuperado de atentados terroristas registrados en las últimas semanas al oleoducto Caño Limón-Coveñas.