Sonia de León fue la mujer que falleció por problemas respiratorios después de padecer por largo tiempo cuadros de bronconeumonía. Su muerte se produjo el pasado sábado en la Clínica Murillo, sur de Barranquilla, pero hasta este martes sus familiares no han podido sepultarla porque aún no tienen claro dónde está su cuerpo.
Si bien la familia constató que el embalaje tuviera el nombre y el número de cédula correctos cuando el cuerpo de la mujer fue enviado a la morgue de la clínica, todo apunta a que el cadáver habría sido entregado a la familia equivocada.
En principio, la funeraria le comunicó a la familia que cuando fue a recoger el cuerpo de Sonia, ya este no estaba en la clínica, pero enseguida el centro médico respondió que el cadáver sí seguía allí y que regresaran por él.La sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que el cadáver que la clínica iba a entregar a la funeraria era el de un hombre.
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"Ahí hay algo muy confuso, parece ser que la persona que estaba en turno en la clínica le entregó el cuerpo de mi abuela a los familiares de un señor que se llama Simón Bolívar, quien también había fallecido.
De hecho, cuando nosotros ibámos entrando al cementerio, escuchamos ese nombre y nos dijeron que ese era el entierro de él, pero ahora parece que el cuerpo que iba en esa carroza era el de mi abuela", narró Eliana Peñaranda, nieta de la víctima.Publicidad
"Ahora estamos haciendo los trámites y cumpliendo los protocolos para abrir la tumba de este señor a ver si en realidad ahí está mi abuela", agregó.
A Sonia de León le practicaron la prueba del COVID-19 antes de morir y, aunque sus resultados aún se desconocen, su sepelio debe realizarse con todos los protocolos de bioseguridad por tratarse de un caso sospechoso.
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