El ‘regreso’ del embajador de la India a Neiva

En diciembre de 1962, un opita dicharachero y desparpajado llamado Jaime Torres, quien se desempeñaba como profesor de español en Ibagué, viajaba de vacaciones de fin de año a su tierra natal.Vea también: Colombia no abrirá embajada en PalestinaEn el trayecto empezó a leer un ejemplar en inglés de la revista Life, lo que llamó la atención de un par de viajeros, para quienes en medio de su provincialismo esto resultaba una novedad.Torres, quien poseía el muy colombiano don del mamagallismo, empezó a ser objeto de preguntas por parte de sus compañeros de periplo, quienes le preguntaron si era extranjero.El docente les contestó en medio de extrañas inflexiones de voz, dejando absortos y fascinados al par de curiosos por su jerigonza.Así, por obra y gracias de una tomadura de pelo que duró más de tres días, inició el capítulo que aún vergüenza en las altas esferas de la capital huilense: el del embajador de la India.Nunca quedará claro qué llevó al profesor de español a semejante pilatuna, en la que dejó al descubierto la ingenuidad del ‘jet set’ opita de la época. Finalmente, luego de ser objeto de múltiples homenajes y regalos, Torres fue desenmascarado por uno de sus compañeros de seminario que lo reconoció en el medio de los múltiples ágapes.El delator, Urbano Cabrera, incluso fue amenazado con duros castigos pues parecía mucho más fácil creer una mentira que dejar en ridículo a toda la aristocracia huilense que se había desbordado a los pies del timador.La historia de este monumental ‘oso’ ha dado para cuentos, libros y hasta una hilarante película protagonizada por el gran actor Hugo Gómez y dirigida por Mario Ribero.También un tema musical, compuesto por el inolvidable dúo Los Tolimenses, cuenta la chanzan y el ridículo.Recientemente, los hechos volvieron a estar en boca de miles en la capital huilense por la llegada del verdadero embajador de la India, sobre quien de inmediato empezaron a correr leyendas urbanas.Una de ellas aseguraba que le habían puesto problema al registrarse en la entrada del Hotel Plaza, justamente donde se hospedó el impostor Jaime Torres hace ya 56 años.Sin embargo, como pudo comprobar BLU Radio, todo fue un mito más en medio del episodio de realismo mágico protagonizado por Mario Torres. Un video en el lobby de Hotel Plaza muestra que la llegada del legítimo diplomático distó mucho de los bochornosos hechos de 1962. El verdadero embajador de la India en Colombia, Ravi Bangar, estuvo en Neiva esta semana en un evento convocado por la Cámara de Comercio de la ciudad. Se entrevistó con el alcalde, Rodrigo Lara Sánchez y habló entre otros temas de economía ‘naranja’, educación y energías renovables.La visita fue ampliamente documentada en las comunicaciones de las autoridades y a lo largo de la visita no faltaron los chistes sobre la picardía de Jaime Torres.Algunos funcionarios en Neiva cuentan que Ravi Bangar al momento de registrarse en el Hotel Plaza dijo: “Esta vez sí soy yo”.

El ‘regreso’ del embajador de la India a Neiva

La llegada del verdadero diplomático, cuya figura suplantó Jaime Torres hace 56 años, puso a pensar al país del realismo mágico.