Los intereses del ELN y las disidencias de las Farc para infiltrar marchas estudiantiles

Fuentes de inteligencia consultadas por BLU Radio confirmaron que el ELN es una de esas estructuras encargadas de infiltrar las movilizaciones, su objetivo sería utilizar la protesta social como herramienta para desestabilizar el Estado colombiano y generar presión para buscar nuevos acercamientos con el Gobierno en busca de una negociación.

En cambio, las disidencias de las Farc tendrían una misión diferente relacionada con mostrar su poderío criminal, además de cumplir con lo que habían advertido en el video donde ‘Iván Márquez’ anunciaba su regreso a la guerra y el comienzo de una nueva modalidad criminal para afectar a la "oligarquía".

Hay que recordar que ‘Márquez’ dijo en aquella grabación que el "objetivo no es el soldado ni el policía, será la oligarquía. Es la oligarquía excluyente y corrupta, mafiosa y violenta que cree que puede seguir atrancando la puerta del futuro de un país".

Para la fuerza pública, los infiltrados en las marchas tienen una fuerte conexión con dichos grupos al margen de la ley, pero además su perfil está enfocado por ser expertos en materia de explosivos y adoctrinamiento para poder manipular a los universitarios que salen a marchar, pero terminan implicados en actos vandálicos.

Los grupos radicales son otro componente explosivo en la criminalización de las movilizaciones estudiantiles, pues además del AK al Combate y el JM19, la inteligencia también ha identificado a los ACAB (en español Todos los Policías son unos Bastardos) y el MBNC (Movimiento Bolivariano Nueva Colombia).

Para las autoridades estas organizaciones buscan de manera específica estudiantes vulnerables para poder arrastrarlos hasta las manifestaciones con el único objetivo de atacar a la fuerza pública y generar daños a instalaciones públicas y privadas.

¿Cómo los grupos ilegales financian a los infiltrados en las marchas estudiantiles?

Según la investigación que adelanta inteligencia, los indicios dejarían en evidencia que existen una especie de empresas fachada que estarían depositando dineros desde el extranjero para financiar lo que se ha definido "la lucha de masas como estrategia para desestabilizar", dijo una fuente a BLU Radio.

El dinero aparentemente estaría llegando a cuentas de organizaciones ubicadas cerca de la frontera entre Colombia con Venezuela, como por ejemplo Arauca y Norte de Santander, para después presuntamente ser girado a los líderes de los desmanes en ciudades como Bogotá, Pereira y algunas regiones de la costa Caribe.

Esta modalidad también se estaría aplicando en el suministro de explosivos y material peligroso que, en algunas manifestaciones estudiantiles, han dejado afectaciones a los participantes de la movilización y a los policías que hacen parte del dispositivo encargado de custodiar dichas marchas.

Para inteligencia, la infiltración a las marchas estudiantiles es tan planeada y organizada que, hasta para el uso de esos explosivos los líderes de los desmanes tienen roles definidos entre los agitadores, unos deben estar a cargo de las papa bomba, otros de los lanza metralla y hay personas delegadas para atacar con bolas de pintura sedes bancarias y partidos políticos. Para la construcción de este material bélico estarían recibiendo instrucciones de expertos en explosivos.

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