La declaración del embajador de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordoñez, en la que sugirió que la migración venezolana obedece a una estrategia para “irradiar” el socialismo en el continente sigue generando ecos en el país.
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El presidente Iván Duque se refirió al tema desde Florencia, Caquetá, donde se desarrolla el Taller Construyendo País número 29.
Allí, el primer mandatario señaló que Colombia “seguirá implementando una política migratoria de fraternidad y que en lugar de ver la llegada de venezolanos al país cómo una amenaza, se debe entender como una oportunidad”.
“Nos duele profundamente ver hermanos migrantes que llegan a nuestro territorio con hambre, sin vacunas, con frío en los huesos y con enfermedades. Ellos son víctimas de la dictadura y no promotores de la ideología de la dictadura”, precisó Duque.
El jefe de Estado reconoció que la crisis migratoria venezolana representa retos para Colombia, pero hizo un llamado a “no dejar de ser fraternos”.
“Lo que Colombia ha hecho con los hermanos venezolanos es también gratitud recíproca por la forma en que ellos, en otra época, recibieron a los colombianos. A pesar de las dificultades y las restricciones, estamos listos para mostrar al mundo una política migratoria de fraternidad y de respeto”, concluyó.
La vicepresidenta, Marta Lucia Ramírez, respaldó lo dicho por el presidente: