El escándalo de la “narcofinca” finalmente tumbó al embajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente.
Tres semanas después del operativo de la policía en una de sus fincas, ubicada en Guasca, Cundinamarca, en el que fue hallado un laboratorio para el procesamiento mensual de dos toneladas de cocaína, Sanclemente decidió dar un paso al costado.
Esa determinación fue presionada por el anuncio del fiscal general Francisco Barbosa, de vincularlo formalmente a la investigación, ante las múltiples dudas que hay sobre el control que ejercía sobre su propiedad, con qué frecuencia la visitaba y su relación con sus empleados.
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había decidido pedir una licencia no remunerada durante tres meses para defenderse del escándalo.
Vea aquí: Sanclemente renunció a Embajada en Uruguay tras investigación por ‘narcofinca’
Al final, resultaba insostenible que Sanclemente, investigado en Colombia, mantuviera su cargo diplomático representando a nuestro país en Montevideo y por eso, presionado por el avance del escándalo, tuvo que dar un paso al costado para defenderse sin la presión del cargo diplomático.
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Ahora, Fernando Sanclemente tendrá que responder ante la justicia, como persona natural, sobre su relación con su propiedad, luego de que las autoridades colombianas y estadounidenses descubrieran que en su hacienda había una empresa criminal que mensualmente producía dos toneladas de cocaína y cuando fue descubierta, había casi dos toneladas de insumos químicos para su procesamiento y diez kilos de pasta base de coca.
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