La capacidad de infección y contagio del coronavirus es una de sus mayores características. Al igual que una gripa común, el simple contacto con superficies o elementos contaminados por un enfermo es suficiente para que las personas alrededor se contagien en minutos.
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Así lo demostró además el experimento de NHK, medio de comunicación japonés, al usar un químico que reacciona ante la luz en las manos de una persona que, en un grupo de 10 participantes, simularon estar en un buffet.
Según NHK, en varios países de Asia los cruceros, los viajes en barcos turísticos, fueron contundentes a la hora de esparcir el COVID-19 entre naciones.
クルーズ船で感染拡大を招いたとされる接触感染がどのようにして起きるのか、NHKが専門家と共同で実験を行ったところ、ウイルスに見立てた塗料は多数の人が触るものを介して広がることが確認されました。https://t.co/exeyyRXQiD pic.twitter.com/NCHGyJyXRw
— NHKニュース (@nhk_news) May 8, 2020
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En minutos, luego de compartir la comida, se pudo observar con ayuda del químico reflectivo cómo prácticamente todo el lugar, cubiertos, platos, mesas y hasta servilletas estaban contaminadas con los rastros de lo que había tocado el participante.
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Las tres personas personas en la mesa tenían rastros del químico en sus caras, lo que demostró, entre otras cosas, la necesidad de mantener un aseo constante de manos y de que la gente se toca la cara de manera inconsciente todo el tiempo.