La ciudad fantasma a las afueras de Bogotá que sí o sí debe conocer: el plan sale gratis

Un pueblo puede desvanecerse con el tiempo, dejando tras de sí un paisaje de edificios abandonados y recuerdos. Así pasó con La Siberia, un pueblo vibrante, impulsado principalmente por la actividad de una cementera que hoy es un pueblo fantasma. La fábrica se construyó a pocos metros de donde hoy queda La Calera, municipio a menos de una hora de Bogotá. Proporcionó empleo a la mayoría de los habitantes y era el motor económico de la región. Fue especialmente clave para Bogotá, pues, debido a su cercanía, aportó las materias primas que ayudaron a construir las primeras avenidas y calles de la capital. La empresa, para reducir el tiempo de desplazamiento de los trabajadores, construyó un poblado a escasos metros de la planta: capilla, escuela para sus hijos, parque, tiendas de víveres, guardería, cooperativa, droguería y casas. Así nació el pueblo fantasma de La SiberiaLos habitantes comenzaron a abandonar el pueblo en los años 90 debido a la falta de oportunidades económicas, lo que llevó al deterioro de las viviendas y a que la naturaleza tomara control del área. A medida que los pobladores se fueron, las edificaciones quedaron en ruinas, y el lugar adquirió una atmósfera misteriosa. Pasaron más de 20 años y hoy en día, La Siberia es visitada por aventureros y curiosos que buscan explorar estos espacios abandonados, llenos de leyendas e historias que enriquecen su aura enigmática.Aunque no es ampliamente conocido a nivel turístico, su cercanía con Bogotá y el misticismo que lo rodea lo convierten en un lugar interesante para los aficionados a la exploración urbana y los sitios históricos abandonados.¿Cómo llegar a La Siberia? El viaje desde Bogotá a la Siberia, el pueblo fantasma, toma aproximadamente 1 hora y 33 minutos en carro y queda muy cerca de La Calera. El lugar está totalmente cerrado y hay guardias y perros que cuidan esta zona. Así que tenga mucho cuidado, es preferible que desde la vía conozca el pueblo. Entrar a las casas y otras estructuras está prohibido por el riesgo que representa.