Diego Murillo, el hombre de 22 años que mató a su esposa a golpes en días pasados en el barrio Guacamayas, al sur de Bogotá, se estregó en la URI de Tunjuelito después de la presión de las autoridades y los operativos para dar con su paradero.
El hombre será juzgado por homicidio culposo agravado. Además, se conoció que mantuvo el cadáver de la joven hasta dos días después de cometer el delito y dormía con él, obligando a sus hijos a hacer lo mismo.
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Gustavo Adolfo Grueso, padre de la joven asesinada, fue quien denunció el hecho antes las autoridades y declaró que Murillo es un peligro para la sociedad.
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