La Personería de Bogotá dio a conocer el caso de un paciente de 84 años de edad, en condición de discapacidad y con problemas de visión, que ha lidiado durante tres meses con su EPS pidiendo que le modifiquen una fórmula médica ilegible, ya que le ha sido imposible reclamar sus medicamentos.
En diálogo con Blu Al Derecho, el personero Distrital, Ricardo Cañón, manifestó que este caso es “casi una burla”, pues la Nueva EPS, a la que está afiliado el adulto mayor, le entregó la autorización médica sin percatarse que no se puede leer.
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“Aparte de todas las dificultades que tiene con la prestación del servicio de salud, me mostró una autorización de unos medicamentos expedido por la Nueva EPS la cual yo no podía leer, y una persona de 18 años tampoco. Es casi una burla”, indicó.
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La Personería ha enviado comunicaciones al director de la EPS y al superintendente de Salud, pero no han obtenido respuesta, por lo que como Cañón aseguró que contemplan interponer una tutela.
“Ante casos de negligencia, de falta de solidaridad pareciera que si no se interpone una tutela, que tiene que entrar un juez a dar órdenes, la cosa no funciona”, señaló.
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Finalmente, el personero hizo un llamado a los funcionarios de la salud para que se percaten de que las autorizaciones médicas que expiden puedan ser leídas por los pacientes.
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