Diferentes a las enfermedades de trasmisión sexual, existen otros males que muchas personas experimentan después del acto sexual y que se le atribuyen a la intensidad del momento.
Entre las más comunes se encuentran la pérdida de memoria y el dolor de cabeza causados por el aumento de la tensión sanguínea tras el orgasmo.
Asimismo, síntomas como la gripa y la depresión también hacen parte de esta lista, puesto que son muchas las mujeres que se sienten deprimidas debido a un desequilibrio hormonal.
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Finalmente, Flavia reiteró que estos malestares tanto de hombres y mujeres no son permanentes y desaparecen rápidamente.