tuvo una erección de 6 días que finalmente lo habría dejado impotente de por vida.
Según el hombre, identificado como Rodney Cotton, en la cárcel le estaban dando Rispedral, un antidepresivo que causa erecciones prolongadas.
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Luego de la erección, el hombre fue trasladado a un hospital donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y le cogieron puntos en el pene, que aunque se tenían que quitar con el tiempo, nunca lo hicieron.
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Por tal motivo, Nueva York no renovó el contrato con Corizon, la compañía médica que se encarga de los reclusos.